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LOS NIÑOS PEQUEÑOS Y LOS LIBROS

El niño atraviesa distintas etapas en las que sus gustos, necesidades afectivas e intereses van cambiando. Los adultos cercanos a su entorno deben ser los que ofrezcan distintas alternativas, para que los niños conozcan el entorno que les rodea. Por eso mismo la lectura es uno de los mejores caminos para que los niños aprendan, a través de las historias que les contemos.

Los libros infantiles suponen una diversión y una estimulación para los niños. Los padres y los maestros desempeñan un papel fundamental en la creación del aprendizaje de la lectura. Muchos de los famosos escritores se han criado en hogares donde hay libros y es costumbre sacar los libros prestados de una biblioteca, en hogares donde de vez en cuando se apaga la televisión para descubrir las historias de los libros.  Este texto me ha hecho descubrir la importancia que tiene la lectura, sobre todo en edades tempranas, para que adquieran un habito de lectura, aprendan antes a leer, conozcan el mundo de las aventuras, los héroes, las hadas, etc. Como dice el texto, “Quizá merezca la pena invertir algo de tiempo en hablar sobre los libros y hacerles un hueco entre los objetos relacionados con las rutinas cotidianas, como el cepillo de dientes”.

En muchas ocasiones no nos damos cuenta de los libros que estamos comprando, tiramos a por los más baratos, o los que promocionen algo sin contar con el contenido del cuento. Que resulta ser lo más importante para que los niños tengan un buen aprendizaje sobre el acto lector. Pero a veces si no se tienen referencias por las que guiarte a la hora de comprar un libro, y saber hasta que punto es educativo o no, compras el primero que ves,  ya es un mercado saturado de colecciones donde no es fácil distinguir unas obras de otras. Aunque también es cierto, que si nos acercamos a las grandes librerías, tanto especialmente infantiles como de adultos, siempre hay especialistas y profesionales que pueden guiarnos y recomendar un libro que consideren que concuerda con nuestros gustos e intereses.

Hay multitud de tipos de libros, desde las primeras edades. Simplemente hay que descubrir cuáles son los apropiados para cada edad y se ajustan a los intereses de los niños a los que vayan dirigidos. Encontramos libros para antes de empezar a leer como: troquelados, desplegables, de plástico, grandes, pequeños, en forma de casita, etc. Podemos hacer una clasificación de libros según las diferentes edades de los niños:

De 0 a 18 meses. Es recomendable introducir historias y cuentos, en los momentos diarios del baño, sueño, juego, comida. Tienen que ser libros llenos de ilustraciones coloridas y estimulantes, que tengan un texto mínimo y que las fotografías sean de objetos familiares y que les permitan establecer una conexión entre lo impreso y el mundo real. Físicamente tienen que ser de cartón, plástico, madera o de tela, pero que sea un material resistente y seguro, con los bordes redondeados. El tamaño tiene que ser de fácil manipulación, para que lo puedan sostener solos y pasen las páginas hacia delante o hacia atrás. En esta primera etapa utilizan los libros como medio de exploración.

De 18 meses a 3 años. Es una etapa completamente diferente, donde le niño ya empieza una época donde utiliza un lenguaje constituido, en la que se expresan cada vez con mayor corrección. Es importante ofrecerles historias que sean capaces de interpretarlas y representarla a su manera, que los acontecimientos o palabras se repitan para que puedan recordarlos más fácilmente. Usaremos ilustraciones y fotografías ara mirar y hablar sobre ellas, poesías, canciones y juegos acumulativos. Sin embargo, en estas edades, puede haber una variedad de formatos, tamaños y propuestas gráficas que aumenten su interés por descubrir el mundo de los libros. Pueden tratar varios temas como, animales, plantas, camiones y coches, juguetes, alimentos, conceptos y transformaciones, etc.

De 3 a 5 años. En esta edad ya están preparados para interpretar un proceso narrativo más complejo. El hábito de la lectura se consolida en esta época, si tiene la costumbre tanto en casa como en la escuela. Es importante que en esta edad dediquen un rato diario a la lectura, que lean poesía y antologías, que las memorice, es aconsejable que sigan la lectura con un adulto.

Lo importante es ofrecer  a los niños diferentes alternativas, que tengan varias posibilidades de elegir distintos tipos de libros. Y trataremos de no preocuparnos demasiado de si un libro se rompe accidentalmente o sufre algún desgaste por el uso. Ya que los niños en estas edades tienen curiosidad y entusiasmos por el conocimiento de diferentes libros y no controlan muchas veces sus ganas por observar, explorar y conocer. El hecho de manipular los libros les permite distinguir la portada como parte delantera, que las letras se leen avanzando de izquierda a derecha, que todos esos signos negros que ven, forman las palabras, hay que seguir un orden al pasar las paginas para seguir una historia, etc. Parecen aspectos sin importancia, pero suponen unos conceptos básicos, que los niños aprenden desde las primeras edades, no hace falta que aprendan a leer para manipular y observar cuentos, ya que hay cuentos para todas las edades.

En estas edades además de ser prelectores, tienen un interés especial por aprender a descodificar cualquier palabra que observan tanto en libros, cuentos, carteles, anuncios, etc. Está en manos de los adultos estimular y reforzar sus intereses preguntándoles por las letras que conocen y dándoles la información que nos pidan. Pero lo más importante de todo es hacerlo como un juego, sin presionarles, ya que la lectura es un acto comunicativo, en el que cada uno tiene su ritmo de maduración personal.