sábado, 15 de enero de 2011

BLoQue 4


REFLEXIÓN BLOQUE 4:
FORMACIÓN DE COMUNICACIÓN LINGÜÍSTICA


En educación infantil, como maestras intentamos que todo las actividades que realicen los niños, dentro del aula, tenga un objetivo didáctico, muchas veces sin importarnos realmente que los niños estén disfrutando y que se diviertan a través de su aprendizaje.

Como seres humanos, no nos gustan que nos obliguen a realizan ninguna actividad, solo por el hecho de ser algo obligatorio ya nos parece aburrido. Esto nos ha ocurrido durante toda la escolarización, cuando nos obligaban a leer un libro, y lo leías con rabia y con odio porque no te gustaba nada solo porque te iban a hacer un examen o tenias que entregar un trabajo. Sin embargo, dentro de 5 o 10 años, vuelves a coger ese libro, por interés personal, y lo lees de forma diferente, e incluso te llega a gustar realmente. Aunque muchas veces, nos obligaban a leer libros, que no estaban adaptados a nuestros intereses ni tenían ningún tipo de motivación para la edad que teníamos, por eso mismo lo veíamos como una obligación. Por eso es tan importante buscar libros, relacionados con temas, que sean de intereses de los receptores a los que vayan destinados, tantos niños como adultos. 

Cuando los niños son pequeños y comienzan con sus primeras lecturas, pasa un tiempo, hasta que se quedan con todos los detalles de los cuentos que les hemos leído, necesitan que un adulto se él que lo lea repetidas veces, hasta que es capaz de interiorizarlo, cada vez que un niño lee un cuento, tiene la sensación de que le va a trasmitir cosas nuevas. La primera vez que leemos un libro, tiene que ser un sensación placentera, algo bonito. Por eso las primeras veces que leamos un libro en educación infantil, no tenemos que pretender que los niños te cuenten el argumento del cuento, nos debería bastar con que nos dijeran si les ha gustado o no, y que les ha transmitido. Se trata de hacer preguntas subjetivas. Si queremos trabajar otros aspectos y valores, a través de los cuentos, deberemos realizar varias lecturas, para que lo interioricen perfectamente, y respetando en todo momento el ritmo evolutivo de cada niño.
En la lectura de todos estos cuentos, como maestros debemos dejar que sean los niños, que sean ellos los que pregunten, razonen, se interesen por la historia. Y no ser los profesores, los que les den todo su aprendizaje ya construido, sin necesidad de razonar y pensar.

 Las estrategias básicas son:
§  Cuentacuentos, es la persona que narra un cuento, sin el apoyo de un libro. Puede llegar a utilizar algún elemento relacionado con el cuento como un gorro o marioneta. Con esta técnica estamos trabajando la imaginación y la creatividad, ya que los niños no tienen ningún soporte visual en el que fijarse. El niño necesita desarrollar esa imaginación, ya que de adultos, llegamos a perder esa creatividad, porque vemos todo a través de las imágenes o en películas.
§  La lectura, es la lectura literal de un texto. Cuando se nos dé el caso, de que encontremos alguna palabra que consideramos que no está dentro del vocabulario del niño, tenemos dos opciones, primero, explicarles la palabra, o segundo decir la palabra, y que sean los niños los que razonen lo que significa esa palabra, a través del contexto de la historia. Una forma de trabajar la espera con la lectura, es leerles la historia sin que vena las imágenes, para que desarrollen su creatividad, y una vez que la historia ha acabado, les mostraremos las imágenes, para que vean la historia, y poder comentar, si se imaginaban la historia así, como se imaginaban al protagonista, etc.
§  Narración con libro, consiste en contar una historia enseñando las imágenes. Puede ser a través de un libro, o bien usando laminas de imágenes. Esto permite interactuar con los niños a través de las imágenes. Es una de las mejores estrategias para todas las edades de educación infantil, y es la que más se suele utilizar día a día en las aulas. 

Las estrategias derivadas son:
§  Narración dramatizada, no llega a ser una interpretación teatral. Se trata de que los niños repitan todos los gestos o movimientos que el profesor haga. Nosotros lo hacemos y ellos lo repiten. De esta forma, conseguimos que los niños se introduzcan más en la historia, y se vean reflejados mas con los personajes, ya que tienen que hacer las acciones que ocurren dentro del cuento, siendo una forma de aprender lúdica y dinámica.
§  Declamación, no es otra cosa que lo que llamamos recitar, es decir, leer un poema de forma expresiva. Surge un verdadero problema, porque siempre en educación ifnatnil, tendemos a que los niños memoricen los poemas con el mismo “soniquete”. La mayoría de los poemas que se trabajan en educación infantil, son narraciones de  algo real, cuentan una historia por eso lo ideal es que no le pongamos esa entonación, sino que contemos la historia tal  y como es.

Al contar los cuentos, tenemos que ser expresivos. No hablar en diminutivos. En la lectura de los cuentos, no conviene cambiar las voces de los personajes, simplemente modular las voces. Ya que en muchas ocasiones existen muchos personajes, y no tenemos todas esas voces, para adoptar una voz diferente a cada uno de los personajes. Simplemente, con ser un buen narrador, los niños estarán atentos al cuento.  

En la actividad realiza en el aula del Taller de Comunicación literaria, pude observar como a la mayoría de los adultos nos supone cierta vergüenza o timidez, contar cuentos delante de mas adultos. Sin embargo, si tuviéramos a niños delante, sería diferente y disfrutaríamos de hacerlo. Me gusto mucho la experiencia, ya que pude ver otras virtudes y errores de mis compañeras, algunos detalles que me sirven para mejorar en las futuras lecturas de cuentos que haga a los niños. También es cierto que una buena interpretación de los cuentos, donde los niños estén motivados y se les vea disfrutando y con interés, te la da el tiempo, cuanto más lo practiques mejor lo podrás hacer.



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